Evidencias científicas vs práctica educativa.

Todos los docentes hemos estudiado una y mil veces en diferentes asignaturas el mismo concepto: ETAPAS DEL DESARROLLO GRÁFICO-PLÁSTICO”. Ésta es una de la bases científicas indispensables para el inicio del trazo, el movimiento grafo – motor y la pre- escritura.

Y me pregunto ¿porqué con el tiempo lo olvidamos?

En muchas ocasiones escuchamos críticas hacia las escuelas infantiles que NO trabajamos de forma PREMATURA este proceso. Cuando nuestros niños/as llegan al cole de súper mayores, algunas madres son angustiadas en la primera tutoría, donde les comentan “tu hijo es muy respetuoso, resolutivo y autónomo”, “siempre está predispuesto a colaborar”, “se expresa de forma maravillosa”, “es seguro”, “respeta y empatiza con sus iguales”, etc… ¡PERO CLARO!

“No saben coger un lápiz”

“No pintan dentro de los bordes”

“Le cuesta terminar las fichas”

“Le cuesta mucho”

Y mi preferida… “no se sienta”

La realidad es que trabajar este contexto de forma precoz es ir en contra del desarrollo natural del infante y aportarle elementos equívocos para esta edad. Es antinatural que un infante haga cualquier tipo de ficha de forma rígida, que pinte una ficha con la típica castaña, que siga una forma en un folio sentadito/a… esto sería lo ideal, ¡claro! (que lo haga es sinónimo de educación comercial). No es viable que desde la escuela infantil los críos salgan preparados para ir a Oxford o Harvard. La señora escuela infantil debe trabajar preconceptos con recursos adaptados a su realidad madurativa, que les ayuden a entender el mundo en el que se están desarrollando, ayudarles a descubrir sus habilidades, a superar limitaciones y a celebrar, junto a ellos, todos y cada uno de sus logros.

En la segunda etapa de educación infantil, entre los 3 y 5 años, el infante será capaz de realizar trazos, se familiarizará con las líneas, ganando así la destreza manual, sin presión y sin prisa ya que hasta los 6 años no hay obligatoriedad de iniciar el desarrollo de la lectoescritura.

¿NO creéis que nuestros niños/as deberían saber antes reconocer, tocar y seguir las líneas rectas, experimentar con ellas, manipularlas, explorarlas, identificarlas en el entorno?

En la escuela infantil, debemos caminar sobre las líneas rectas y como mucho saber que una línea recta, es un punto que salió de viaje y a este concepto ponerle toda la magia que requiere la enseñanza en tan importante ciclo. La educación comercial elimina los ámbitos y áreas de experiencia de forma drástica y como resultado de esto, se mutan las habilidades naturales de las que está dotada nuestra infancia.

NO podemos adelantarnos a los procesos del desarrollo. Recordemos que un proceso NATURAL requiere de una preparación física y psicológica donde tienen que intervenir factores madurativos, lingüísticos, físicos, emocionales y sociales, y es aquí donde las dotaciones y calidad del educador/a entran en juego de forma crucial.

Dejemos que nuestra infancia llegue a cada etapa cumpliendo lo que su naturaleza le permita y que nuestros recursos sean los que favorezcan la superación de las expectativas curriculares, más no le pidamos que supla las carencias de la estructura educativa. La escuela infantil debe trabajar en base a factores madurativos, lingüísticos, físicos, sociales, emocionales e intelectuales.

Y digo yo… si todos lo sabemos esta teoría, ¿por qué en la escuela infantil hoy en día continúan haciendo fichas en un precioso dosier, adelantándose a etapas que no forman parte de su desarrollo motor ni a su madurez cerebral?

En la escuela infantil debemos enseñar a diferenciar y a ver otras realidades. Debemos fomentar la cultura de la duda y la sospecha, la comprensión crítica, la cultura visual, la cultura del propio conocimiento en base a la educación artística, a la cultura del saber ver y el saber hacer, a la cultura del arte y el amar, a la divergencia y a la flexibilidad. Como dicen por ahí EDUCAR BONITO, EDUCAR SIN PRISAS, EDUCAR RESPETANDO.

Lo que la teoría dice…

Etapa del garabateo (1 año y medio a 4 años) Primero pensamiento kinestésico, a continuación, placer por el movimiento, y, finalmente, el infante llega al pensamiento simbólico e imaginativo. Intencionalidad en los trazos y dominio de los materiales.

  • Garabateo desordenado o incontrolado(a los 18 meses) El protagonista esel desorden, carece de intencionalidad, actividad motora y placentera.
  • Garabateo controlado (a los 24 meses)El infante descubre una relación por causalidad entre sus movimientos y los trazos del papel. Coordina y dirige su mano hacia la superficie y, progresivamente, mejora la coordinación visual-motora.
  • Garabateo con nombre (3 años y medio). El infante empieza a ponerle nombre a sus garabatos e imagina fácilmente. Toma consciencia de la relación entre sus creaciones y el mundo que le rodea.

Etapa pre-esquemática (4 a 7 años) La forma y el significado se van afianzando. Los trazos se realizan con intención simbólica y con intención de forma.

Etapa esquemática (7 a 9 años)… etc.

Desde mi laboratorio.

Paola De La Cruz S.